Las Islas Baleares son hogar de más de 300 especies que se dejan ver por sus distintos escenarios. Cada isla cuenta con emplazamientos especiales donde se pueden observar aves, pero aquí te destacamos los lugares más especiales.
Ibiza
Uno de los parques naturales más extensos del territorio español: el Parque Natural de Ses Salines, con casi 2.000 hectáreas de salinas, playas, humedales, dunas y bosques. La puesta del sol, las siluetas de los flamencos se recortan contrastando con los tonos rojizos y violetas del cielo y convierten este parque en uno de los lugares más bellos donde avistar aves.
Los flamencos son el principal estandarte para los visitantes pero otras 210 especies de aves como la endémica curruca balear, cigüeñas de cuello negro, tarros blancos o chortilejos patinegros, habitan Ses Salines. Además, en el Estany Pudent se produce una de las mayores concentraciones de zampullines cuellinegros de toda Europa. Un verdadero espectáculo para los amantes de las aves.
Formentera
La Mola, su punto más rocoso, es una Zona de Protección Especial y junto a las 30 pintorescas rutas verdes que se extienden alrededor de la isla, hacen de ella el lugar perfecto donde ver especies endémicas locales como el papamoscas moteado balear.
Mallorca
La Sierra de Tramuntana es una de las zonas más aisladas de la isla, es muy rica en especies endémicas y ha garantizado la supervivencia de especies amenazadas en otras partes de Mallorca, como el águila pescadora o el buitre negro. En la bahía de Alcúdia se encuentran los humedales más extensos de las Islas Baleares, con un total de 1.650 hectáreas. Esto convierte a la zona en uno de los mejores lugares para el avistamiento de aves como el avetorillo, la cigüeñuela o el carricerín. En concreto, el Parque Natural de S’Albufera en esta parte de la isla fue declarada Zona de Especial Protección para las Aves y forma parte de la Red Natura 2000.
En el pequeño y deshabitado archipiélago de Cabrera también es posible avistar aves marinas como la pardela balear, la más amenazada de Europa y los acantilados costeros de su Parque Nacional permiten a las aves migratorias y a las rapaces construir sus enormes nidos.
Menorca
Con el título de Reserva de la Biosfera de la UNESCO, una gran variedad de áreas naturales protegidas y el Parque Natural de S’Albufera des Grau, Menorca es un destino ideal donde se puede practicar birdwatching durante todo el año. Formado por s’Albufera des Grau, la isla d’en Colom y el cabo de Favàritx, el Parque Natural suma más de 5.000 hectáreas y se presenta como el más importante de Menorca. Cuenta con paisajes de todo tipo: bosques, humedales y playas dunares, que acogen aves acuáticas, como el águila pescadora, y rapaces.
Dependiendo de la estación, se pueden observar distintas aves como el matinete, la garza, el zampullín, la garcilla cangrejera… y durante todo el año es posible avistar el vuelo del milano real o del somormujo lavanco.
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