Para algunos, una joya escondida; para otros, el secreto mejor guardado de la geografía española; y para todos, un lugar en el que disfrutar con los cinco sentidos
Hay provincias que garantizan una experiencia única. Teruel aúna como pocos conceptos aparentemente contradictorios y que, sin embargo, confluyen a la perfección: tranquilidad y emociones fuertes, velocidad y calma, tradición y vanguardia. Contrastes que hacen de Teruel un lugar al que volver o descubrir; al fin y al cabo, para muchos sigue siendo un destino pendiente.
Cosmopueblita
A menudo, para hablar de Teruel las palabras se quedan cortas. Por eso es necesario inventar otras nuevas que, aunque no aparecen en ningún diccionario, definen a la perfección lo que experimenta el visitante. ¿Un ejemplo? ‘Cosmopueblita’. Así se siente el que conoce museos de vanguardia como el Centro Buñuel Calanda o el Salvador Victoria o se deja caer por alguno de los festivales culturales de primer orden y, al mismo tiempo, disfruta de las arraigadas tradiciones de la tierra, degustando productos artesanos o viviendo en primera persona experiencias como el pastoreo o la recolección de fruta.
Rapilento
Más términos: “Rapilento”. Porque veloces se sienten los que se atreven, por ejemplo, a subirse a la Tirolina de Fuentespalda, la más larga de Europa. Una experiencia parecida a volar, gracias a sus 1.980 metros de longitud y sus 200 de desnivel. Para quien quiera ir aún más rápido, nada como el circuito Motorland Aragón, en Alcañiz, que acoge una de las pruebas más importantes del mundo del motociclismo. Y si lo que se busca es movimiento, pero a otro ritmo y sin motor, nada como disfrutar de alguna de las infinitas rutas en bicicleta, a caballo o a pie que ofrece la provincia.
Tranquitenso
¿El último? Ahí va: “Tranquitenso”. O lo que es lo mismo, la posibilidad de sentir la calma más absoluta y, a la vez, las emociones más fuertes. Ambas se dan la mano en los espectaculares pueblos de la provincia, que cuenta con el mayor número de municipios reconocidos por la asociación ‘Los pueblos más bonitos de España’. Y para quien busque un plan más movido, especialmente orientado a los reyes de la casa, pocas opciones como Dinópolis. Un paraíso de los dinosaurios para dejarles con la boca abierta.
Para descubrir nuevos términos y, sobre todo, vivirlos en primera persona, nada como acercarse a Teruel, tu destino preferente.
PARA MÁS INFO:
www.sienteteruel.es
