La vibrante ciudad de Tokio es también destino para poder disfrutar de la naturaleza. Las rutas Omotesando, Biwa-taki o Miharashi One son algunos de los recorridos de senderismo en el monte Takao, uno de sus atractivos turísticos naturales por excelencia para respirar aire puro muy cerca del corazón de la capital japonesa.
Entre el abanico de actividades que se pueden realizar en Tokio, se encuentra el ascenso al monte Takao. Se localiza en la zona oeste de Tokio, en la cordillera de Kantō, y se caracteriza por sus 599 metros de altitud, su gran extensión arbolada y por ser un lugar de práctica del ascetismo shugen, tradición mística – espiritual originada en Japón, ya que cada vez gana más popularidad como montaña sagrada desde el periodo Edo (comprendido desde el año 1603 hasta el 1868).
Además de una naturaleza espectacular en las cuatro estaciones, el monte Takao ofrece al visitante hasta 7 rutas de senderismo, entre ellas la ruta Omotesando, Biwa-taki y Miharashi One.
Ruta Omotesando. Es la ruta destinada a los que visitan por primera vez el monte Takao. En esta ruta se podrá conocer el templo Yakuo-in, con historias tradicionales sobre los duendes tengu de nariz larga y las prácticas místicas para los yamabushi, o ascetas de la montaña. Además, una vez en la cumbre, el visitante tendrá la oportunidad de observar la vegetación silvestre del parque Yasoen y las especies de monos que viven en el parque Saruen.
Ruta Biwa-taki. Es una ruta especialmente agradable para realizar en la temporada de verano. Consiste en ascender el monte siguiendo el transcurso de un riachuelo. La cascada “Biwa-taki” es la protagonista que se encuentra a medio camino. En este punto, y siempre que se realice reserva previa, el visitante tiene la posibilidad de recibir enseñanzas sobre cómo purificarse. Un plan top para descubrir la bella naturaleza de Tokio, rodearse del bosque de cedros y respirar aire puro.
Ruta Miharashi One. Se caracteriza por su acceso a la cumbre del monte desde una parte diferente a la principal. Es muy popular por tratarse de un sendero que permite disfrutar de la panorámica mientras se asciende, dejando como guinda el descanso en una cafetería o disfrutar de las vistas desde el observatorio. Si las condiciones climatológicas lo permiten, el monte Fuji será otro de los espectáculos a los ojos del viajero.
Y para terminar el día, qué mejor que descender de la montaña y saciar su apetito degustando la gastronomía típica de la zona. En el Monte Takao, que presume de abundantes aguas manantiales, se puede disfrutar deliciosos fideos soba, realizados con harina de trigo sarraceno y mucho mimo.
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