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Polonia. Seductora en todas las estaciones

Rutas otoñales, deportes de invierno y el arte atrevido y sincero de Street Art convierten a Polonia en un paraíso invernal

El otoño e invierno polaco no solo son bellos por el colorido cambiante de las hojas o el manto blanco de la nieve. Los atractivos varios que proporcionan estas estaciones se acoplan a todos los gustos. Para aquellos que busquen espacios abiertos, el país no tienen parangón. El polaco no le tiene miedo al frío, que no le impide salir a disfrutar de sus bosques, montañas o de las seductoras calles de las ciudades. Qué mejor plan que hacer senderismo entre bosques vestidos de ámbar y de ocre en la parte noreste de Polonia, por ejemplo, por la Ruta del Lobo (Wilczy szlak) en el Parque Nacional de Białowieża donde, con suerte, se podrá avistar algún bisonte que tiene aquí su hábitat natural y donde vive en libertad. O por qué no recorrer el Camino de Santiago, llamado así por dar comienzo a la ruta por la que, desde Polonia, se aventuran los peregrinos hasta Santiago de Compostela, atravesando las regiones de Warmia y la de Masuria bañada por hermosos lagos.

Para los amantes del ciclismo la ruta GreenVelo discurre 1.800 km por la franja este del país, desde el norte hacia el sur, para elegir al antojo de cada el grado de dificultad de las rutas en cada una de las cinco regiones. Esta propuesta para ciclistas, que ha venido a llamarse Bike Kingdoms, termina en los Montes Bieszczady. La parte sureste del país, región de Subcárpatos, es una de las zonas más bellas y desconocidas de Polonia. Faltan palabras para expresar el fulgor de tonalidades otoñales del Parque Nacional de Bieszczady que al alfombrarse de blanco con los primeros copos de nieve ofrece rutas para practicar el esquí de fondo, por ejemplo, en Ustrzyki Dolne. Actividad que ha ido sumando puntos ya que es una forma estupenda de combinar el deporte y la belleza del entorno. Otra ruta recomendable es la de los montes Karkonosze, en el suroeste, donde se celebra la Carrera de Esquí de Fondo de los Piast, o las muchas rutas de los Tatra Occidentales, reserva de la biosfera de la UNESCO en la zona transfronteriza entre Polonia y Eslovaquia, donde vive el oso pardo, el lobo y en lince entre otras especies. Y hablando de esas estribaciones de los Cárpatos, llamadas Tatra, hay que subrayar su hermosa capital, Zakopane, sobresaliente por la arquitectura de madera de Stanislaw Witkiewicz, que define de manera única el carácter de esta ciudad y su entorno. Al igual que sus aguas termales distribuidas en numerosos hoteles y balnearios: hoy son algunos más de sus atractivos. Sin obviar que Zakopane cuenta con unas excelentes pistas de esquí alpino, entre ellas Kasprowy Wierch (fronteriza con Eslovaquia) Polana, Szymoszkowa, Butorowy Wierch o Nosal.

Varsovia

Llega la Navidad

Ya se va acercando la Navidad y los aficionados a hacer manualidades pasan el día retocando ese belén en el que han trabajado durante meses, para participar en el Concurso de Belenes de Cracovia, declarados en 2018 Patrimonio Inmaterial de la UNESCO. Expuestos en la espectacular Plaza de los Paños darán por comenzada la navidad cuando se montan los mercadillos y la ciudad se llena de aromas a asados, vino caliente y galletas de jengibre. Todos los pueblos y ciudades polacas se jactan de sus acogedores mercadillos. Sin ir más lejos, el de Poznań ha sido elegido lugar a visitar en el 2021 por Best Christmas Destination y de paso disfrutar del Festival de Esculturas de Hielo que tiene lugar en la Plaza del Mercado. Wrocław, capital de Silesia, presume de tener uno de los más bellos, y de contarles cuentos a los niños en el Bosque de los cuentos de Hadas que probablemente escucharán también esos gnomos de bronce Krasnale que se esconden por la ciudad. Gdańsk engalana su magna Calle Larga e incluso los antiguos graneros donde se ofrece sopa de pescado, arenques y hasta un menú de ese ámbar que afama a la ciudad báltica por su maestría en tallarlo.

A Varsovia se la podría llamar en navidad la Ciudad de la Luz pues su despliegue luminoso que sí bien protagoniza el Palacio de Wilanów a las afueras de la urbe, se alarga hasta la Ruta Real y la Ciudad Vieja iluminando el famoso pino de navidad que rivaliza en altura con la estatua de Segismundo III, las casetas navideñas y la Plaza del Mercado adornada con elegancia.

Cracovia

Paseos urbanos

El polaco ama la naturaleza. Quizás por eso, además de los 23 parques nacionales que hay en cada rincón del país, sus ciudades ofrecen muchos espacios verdes para disfrutar de ellos en cualquier época del año. Según un último estudio realizado por una de las universidades en Varsovia, la capital polaca cuenta con nueve millones de árboles y Cracovia se encuentra en el tercer puesto del ranking de las ciudades más verdes de Europa. Para visitarlas sin prescindir de estar en contacto con la naturaleza. Además de recorres extensos parques y jardines urbanos, ofrecen también otro tipo de actividades al aire libre. Street Art ha pasado a ser parte importante y necesaria en el capítulo del arte de las ciudades. Polonia no se queda atrás y la presencia de sus murales en las calles suponen auténticas galerías al aire libre. El polaco es artista por excelencia, lo demuestra en la literatura, en el cine, en la creatividad en general, que da rienda suelta a la libertad de expresión en ese arte callejero que tiene su capital en la Ciudad del Cine Łódź. Pasear bajo el aire acariciador y nostálgico del otoño y disfrutar arte asequible, al alcance de todos, es un auténtico lujo. Entre las 160 obras murales de Łódź, muchas de ellas realizadas durante Festival Urban Forms, se encuentra de todo un poco, especialmente en la calle Piotrkowska donde están las más conocidas. Hay que resaltar que dos españoles han dejado su impronta en las calles de la ciudad. El grafitero catalán Aryz en la Roosevelta y el murciano Carlos Callizo Gutiérrez en el recinto Off-Piotrkowska, conmemorando los 20 años de hermanamiento Łódź-Murcia. Seguramente el más simbólico del arte callejero de Lodz sea el rompedor retrato del pianista judío Arthur Rubinstein, obra del brasileño Kobra en la calle Sienkiewicza no 1. Varsovia adorna con murales muchos de sus legendarios bloques socialistas dándoles un puntito de modernidad. Un buen ejemplo es el homenaje a David Bowie sito en calle Marii Kazimiery nº 1, barrio de Żoliborz, donde el cantante mira a través del regalo soviético a sus países satélites, el famoso Palacio de la Cultura. El Universum de Marie Curie (nacida en Varsovia) en Nowolipki nº 11, evoca a una de las mujeres más grandes de Polonia y del mundo, y Chopin Forever Young en Tamka nº 37 (muy cerca del Museo de Chopin) lo hace con el padre de la música polaca. No podía faltar una mención pictórica a la enorme hazaña del Alzamiento de Varsovia en Płocka nº 41.

Estos son solo algunos ejemplos; en la página web de la Oficina de Turismo de Polonia encontraréis más propuestas de visitar el país y de elegir rutas, sin tener que prescindir de hacerlo de manera activa y en contacto con la naturaleza.

Breslavia

PARA MÁS INFO:

www.polonia.travel.es

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