Y eso es justamente en lo que se convierte este municipio cordobés cuando llega primavera, y así lo viene haciendo desde hace muchos años, tantos o más que las ediciones de su Festival de los Balcones y Rincones
Y es que Iznájar rebosa por sus rincones, rejas, fachadas, plazas y balcones. Las flores se convierten en un motivo más para conocer este bello y pintoresco pueblo de la Subbética cordobesa que cada año va sumando méritos para posicionarse como uno de los destinos más demandados por el turista, y prueba de ello dan sus numerosos restaurantes y mesones y ser a día de hoy el municipio con mayor número de alojamientos turísticos por detrás de la capital.
Todo esto viene acompañado de una interesante y extensa propuesta de actividad en el marco del Festival de los Balcones y Rincones para el mes de mayo en Iznájar. Presentaciones de libros, catas olfativas, degustaciones y exhibición de platos elaborados con plantas aromáticas y quesos de La Celada (Iznájar), conciertos de guitarra, el tradicional concurso de cruces de mayo, exposiciones en interiores monumentales y arte urbano, romería de San Isidro, rutas turísticas urbanas y rutas senderistas, talleres de observación de aves, actividades infantiles, gymkhanas, recitales poéticos y corales, cerrando el mes con un fantástico festival flamenco con cante, baile y espectáculo ecuestre. Una más que atractiva propuesta que llena de contenido cualquier escapada de fin de semana o simplemente por unos días a este pueblo blanco que siglos atrás se erigió en capital de un reino taifa.
Iznájar ofrece al visitante la posibilidad de recorrer calles blancas encaladas como antaño, que a cada paso mancha el rojo de las gitanillas y geranios colgando de balcones y rejas. Pasear por su trazado urbano con marcado estilo arabesco, visitar sus plazas, rincones como el Patio de las Comedias, el Corral de la Pacheca o la Plaza de la Torre impregna al turista de los aires cordobeses primaverales. Pero además, el visitante puede entrar a conocer oficios de antaño en los museos locales, tradiciones, cultura y arte sumado a la belleza monumental del Barrio de la Villa donde destacan su castillo nazarí y la parroquia renacentista de Santiago Apóstol. Es su cementerio, enclavado en pleno casco histórico, uno de los más bellos campos santos de España y Andalucía.
Y si llegada la hora propia buscas dónde tapear, almorzar o cenar, Iznájar cuenta con un número importante de restaurantes, bares, tascas y cafeterías donde se sirve la mejor gastronomía local y de la zona, platos enraizados y cocinados con esmero que consiguen que el visitante se lleve el mejor sabor de boca de un pueblo rico en manjares como los quesos de cabra artesanales, aceites de oliva virgen extra, ambos pudiendo formar parte de su paso por Iznájar al ofrecerse la posibilidad de vivir en primera persona experiencias turísticas vinculadas al territorio como son la visita a los campos de olivos, almazaras y moltura del aceite o el ordeño de cabras y fabricación del queso que puede llevarse a casa recién hecho.
Y hablando de turismo experiencial, cultural o de naturaleza, el turista puede optar por un escape castle (escapismo monumental en el Castillo) o disfrutar de nuestro embalse, el mayor de Andalucía, paseando en el barco turístico y conociendo en su recorrido la fauna y flora del lugar, o para los más atrevidos también existe la opción de paddle surf, la vela, el piragüismo o paseos en kayak.
El Centro de Interpretación del Embalse, en pleno paraje de Valdearenas, además de servir de espejo del pasado, mostrando cómo fue el Iznájar previo al embalse, enseña lo que quedó bajo las aguas a través de una impresionante maqueta y mediante diversas salas audiovisuales donde tanto niños como mayores salen sorprendidos.
Es ahí, en el mismo Centro de Interpretación, donde comienza una de las rutas senderistas de Iznájar, El Cañuelo. Este sendero tiene una longitud de 6,15 km, pudiendo hacerlo en un tiempo estimado de 2 horas. Es de tipo circular. El desnivel acumulado en ascenso es de 215 m y en descenso de 213 m. Este sendero permite realizarlo a pie, bicicleta o a caballo. Es ideal para realizarlo con amigos o en familia. Llegados al punto más alto de la ruta, se pueden contemplar las mejores vistas con una panorámica de la mayor extensión del Embalse de Iznájar desde arriba, la playa de Valdearenas o sus pinares. Este punto da lugar a fotografías que llevarse en una mochila que volverá cargada de buenos momentos y experiencias vividas en este destino turístico de calidad, Iznájar.
Más información: www.iznajar.es