Le proponemos una selección de rutas, entre ellas la Vía de la Plata. Argumentos con los que volver a Cáceres. Porque e cada una de ellas encontrará citas para regresar en cada estación o para decidir en qué momento hacer cada viaje
Descubra Cáceres a pie, una tierra que ofrece cientos de caminos, senderos y pistas por recorrer. Cáceres posee una belleza natural digna de ser descubierta. Salpicada de norte a sur y de este a oeste por bosques de castaños, robles, encinas, la presencia de la Reserva de la Biosfera de la UNESCO de Monfragüe, el Geoparque Mundial de la UNESCO Villuercas–Ibores-Jara, la Reserva de la Biosfera de la UNESCO Tajo Tejo Internacional, ofrecen un marco excelente para la práctica de actividades al aire libre.
En Cáceres existen cientos de kilómetros de caminos, senderos y pistas por recorrer. Senderos de Gran Recorrido (GRs) entre los que destacamos: Ruta Alfonso Onceno, que aúna ornitología y patrimonio; Camino Natural del Corredor Cáceres-Badajoz, que discurre el entorno natural que une a las dos principales ciudades extremeñas; Camino Natural de Las Villuercas, por el Geoparque Villuercas-Ibores-Jara; Camino Natural del Tajo, tras la estela del río Tajo; Camino Natural Vía Verde Vegas del Guadiana, que adentra en la riqueza paleontológica de Extremadura, de sus 57 km, 38 discurren en Cáceres; Camino Real de Guadalupe, ruta de peregrinaje; Sistema Central GR 10, caminando por Sierra de Gata; y Sistema Central GR 111, caminando por La Vera. Bajo el paraguas de Vías Verdes la provincia de Cáceres posee en su territorio la Vía Verde de Monfragüe y destacados tramos de la Vía Verde de la Plata y de la Vía Verde de las Vegas del Guadiana. Senderos de pequeño recorrido (PRs), senderos locales y caminos naturales completan un mosaico para adentrarse en la infinita riqueza cacereña y disfrutar del notable patrimonio que atesora este territorio, destino senderista de primer orden.
Le sugerimos 13 rutas senderistas en las que descubrir los tres macroterritorios de la provincia de Cáceres: Norte de Cáceres, Territorios UNESCO y Tierras de Cáceres y Trujillo.
Norte de Cáceres
Este territorio es un territorio verde por el que corre el agua, por todas partes. Tranquilo y excitante, lleno de sensaciones y contrastes en los que bien merece una inmersión a través de las rutas que recorren este territorio.
Comenzamos por la más universal, Vía de la Plata. La antigua Via Lata, “camino ancho” en latín; o Balata, “calzada” en árabe, que unía Emerita Augusta (Mérida) con Asturica Augusta (Astorga), es hoy uno de los grandes desafíos para caminantes de todo el mundo. Su itinerario cacereño recorre algunos de los lugares más significativos de la provincia: Alcuéscar y su basílica de Sta. Lucía del Trampal, la ciudad monumental de Cáceres, Galisteo, el conjunto arqueológico de Cáparra o el Valle del Ambroz son algunos de ellos.
Al noroeste de la provincia se alza la Sierra de Gata, dando nombre a la bella comarca fronteriza que recorreremos en esta ocasión. Aquí, caminando entre robles y olivares, probaremos un aceite excepcional, conoceremos pueblos que “falan” en dialecto vernáculo, visitaremos antiguas fortalezas, andaremos por frondosos bosques cuajados de setas y descubriremos el único río extremeño que discurre hacia arriba.
En el sector central de la provincia, hacia poniente, en la ruta de Coria y Valle del Alagón, nos dejaremos llevar por este río que reparte vida por sus orillas, a veces abruptas y siempre fértiles; desde un castillo fiel que vigila la frontera, o “Raya” como la llaman por aquí, lo remontaremos pasando por pueblos artesanos, cantiles feroces y la antigua ciudad de Caura. Allí veremos murallas, una catedral, un museo que fue cárcel y cuidaremos de que no nos coja el toro.
En esta ocasión nos dirigimos al vértice norte de la provincia para conocer la comarca de Las Hurdes. Siguiendo los pasos de Alfonso XIII recorreremos los escarpados paisajes hurdanos: espectaculares saltos de agua, ríos que esculpen meandros, bosques, acequias, huertos y bancales modelando la tierra, porque como dijo Unamuno “Si en todas partes el hombre es hijo de la tierra, en Las Hurdes la tierra es hija de los hombres”. Un recorrido por el norte cacereño entre el Valle del Ambroz y las Tierras de Granadilla, en el occidente del macizo central, es otra buena opción. Visitaremos bosques frondosos y árboles centenarios, antiguas culturas, un camino inmortal, manantiales fogosos y un castillo de cine. También asistiremos a una representación al aire libre en la que participa un pueblo entero y disfrutaremos del otoño más mágico.
Elegimos ahora remontar el curso del río Jerte adentrándonos en el valle Cereza, uno de los parajes más característicos del norte extremeño y sin duda, con mayor personalidad. Entre montañas iremos conociendo las tradiciones y paisajes de esta bella comarca que sorprende por su vegetación, la abundancia de agua y su acervo agrícola, que la ha convertido en un referente internacional con su producto estrella, la cereza picota.
Recorreremos ahora la histórica comarca de La Vera, al noreste de la provincia; aquella tierra que eligiera Carlos V, entre todo su vasto imperio, para pasar sus últimos días. Visitaremos conjuntos históricos, castillos, museos y un monasterio; y participaremos en fiestas atávicas, nos bañaremos en gargantas de aguas límpidas entre bosques de colores cambiantes, comeremos, beberemos y soñaremos con una Serrana de leyenda.
Territorios UNESCO
Un territorio preservado y protegido, relajado y tranquilo, en el centro de la provincia. Un destino para los viajeros que quieran explorar ecosistemas únicos y realizar un turismo responsable. Y qué mejor para adentrarse en él que hacerlo caminando.
La ruta de Valencia de Alcántara y el Tajo Internacional. Nos encontramos en el sector más occidental de la provincia de Cáceres, el codo con el que Extremadura se adentra en Portugal conformando uno de los entornos emblemáticos de la “Raya”, nombre vernáculo que por estos lares se otorga a la frontera hispano-lusa y a las tierras cercanas. Descubriremos dólmenes, fortalezas, gastronomía rayana, paisajes protegidos de dehesa y ribera, y un barco que navega sin fronteras.
En el centro de la Reserva de la Biosfera se yergue el Parque Nacional de Monfragüe, “Al Monfrag” que lo llamaran los árabes; el “monte fragoso”, una de las joyas nacionales del bosque mediterráneo. En ella la ruta del Parque Nacional de Monfragüe nos llevará a su castillo y conoceremos la populosa vida social de los buitres en Peñafalcón; también un puente cardenalicio, y una villa real fundada para vigilar estas sierras, las mismas que siguen cobijando a las grandes águilas.
En el centro de la provincia se levantan las sierras de Monfragüe y las Corchuelas y sus dehesas circundantes, regadas por las aguas del Tajo y el Tiétar, que tiene el honor de ser Reserva de la Biosfera extremeña: la Reserva de la Biosfera de Monfragüe. En su ruta más conocida el vuelo de los buitres nos acompañará a través de un manto verde de encinas y alcornoques, entre los que surgirán viejos puentes y castillos, un Cristo venerado y un tesoro, una antigua ciudad musulmana, y un pueblo en blanco y negro.
Nos dirigimos ahora al sector más oriental de la provincia cacereña para conocer el único geoparque de Extremadura: El Geoparque Mundial de la UNESCO Villuercas-Ibores-Jara. Un viaje al pasado de la tierra, en el que descubrir en sus antiquísimas rocas el origen de los primeros animales. Pero esta abrupta y bella comarca no sólo esconde tesoros geológicos o minerales; abruman sus paisajes, la flora y la fauna, la gastronomía, y por supuesto su historia, preservada a lo largo de los siglos entre los muros del Real Monasterio de Santa María de Guadalupe.
Tierras de Cáceres y Trujillo
Se trata de un territorio de contrastes entre la cultura urbana y rural en el sur de la provincia. Un lugar donde encontrarse con la historia y para compartir con amigos y familia paso a paso.
Sugerimos, entre otros, el itinerario que recorre el mediodía de la provincia desde la sierra de Montánchez hasta los llanos de Zorita, transitando por los regadíos cacereños de las vegas del Guadiana: jamones, quesos, higos, tomates, arroz, los sabores esenciales de nuestra gastronomía se nos revelarán entre la sierra y el llano. Pero también una antigua basílica, un castillo y un claustro, vetustos árboles, aires moriscos, una sorpresa, y aves, muchas, muchas aves.
Siguiendo los pasos de la antigua calzada romana de Portus Cale, después camino mesteño y ruta de la lana hacia puertos atlánticos, nos disponemos a conocer, recorriendo la ruta desde Los Barruecos a Alcántara, el legado histórico de la Orden de Alcántara. Transitaremos por paisajes ganaderos y pueblos cargados de historia, en un entorno de gran riqueza natural con numerosos espacios protegidos vinculados al llano y a la dehesa. También hallaremos una pizca de arte, antiguo y contemporáneo, chimeneas, y un puente eterno.
La red de senderos de Cáceres ofrece una inmersión sensorial en el patrimonio natural e histórico de esta provincia, que ha sabido guardar la tradición de sus gentes, de su gastronomía y de sus costumbres. Cada una de sus rutas es un viaje que dejará nuestra mente llena de bellos recuerdos.
PARA MÁS INFO:
www.turismocaceres.org