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Vivir La Rioja a través de experiencias únicas

La Rioja es un destino para descubrir, pero sobre todo para vivirlo, para sentir, para disfrutar. La Rioja apetece por muchas razones y en esta pequeña comunidad, la más pequeña de España, se pueden vivir experiencias únicas. Como muestra valgan estas 10 seleccionadas, aunque si visita esta tierra descubrirá que hay muchas más.

Calle Laurel y San Juan. Son las dos calles más famosas de Logroño. Repletas de bares que ofrecen su especialidad con nombres pintorescos: Tío Agus, Zapatilla, Blanco y negro, Valentino… Bocados sencillos pero deliciosos acompañados de un buen vino. No deje de probar los famosos champiñones del Soriano o el Ángel. El gusto por los pinchos en La Rioja no es sólo de la capital, en Haro merece la pena una visita a la Herradura y también encontrarán buenos pinchos con verduras en Calahorra.

Cuna del Castellano. En los Monasterios de San Millán de la Cogolla, en un entorno natural maravilloso, se escribieron las primeras palabras conocidas en castellano (y también en Euskera). En estos monasterios los copistas de los códices apuntaban en los márgenes de los libros que copiaban pequeñas anotaciones en sus idiomas de origen que hoy son los primeros vestigios escritos de nuestra lengua encontrados. Una visita cultural indispensable, pero también un lujo para los que buscan entornos naturales únicos.

El vino está íntimamente ligado a La Rioja y una familia riojana, la familia Vivanco, decidió devolver al vino lo que el vino le había dado y creó el que está considerado el mejor museo del vino del mundo, en la preciosa localidad de Briones. En el Museo Vivanco de la cultura del vino podrá aprender sobre elaboración, contemplar valiosas obras de arte y arqueología en torno al vino en el mundo a través de los tiempos; pero, sobre todo, vivir el vino de una manera diferente con sus actividades, catas, paseos por las viñas. Todo en un entorno único.

La estrella Michelin en el pueblo más pequeño del mundo. En el pequeño pueblo de Daroca de Rioja, de apenas 50 habitantes se esconde La Venta Moncalvillo uno de los dos restaurantes con estrella Michelin de La Rioja. En este pequeño local, regentado por los hermanos Echapresto se puede degustar una gran cocina y una impresionante bodega con cientos de referencias. No muy lejos, otras dos estrellas Michelin alumbran el Portal de Echaurren, del afamado chef Francis Paniego.

Contrebia Leukade

Poblado celtibérico. En La Rioja se puede viajar en el tiempo. Antes de que los romanos hicieran famosa la ciudad de Calagurris (Calahorra) ya existían poblaciones en esta zona. En Contrebia Leukade podrá descubrir cómo vivían los celtíberos antes de la llegada de los romanos a la península. Una lección de historia en vivo que gustará a niños y mayores y, además, permite descubrir el Alhama, uno de los valles más peculiares y desconocidos de La Rioja a pesar de su belleza.

Volar en globo sobre los viñedos. Una de esas cosas que dicen que hay que hacer en la vida, al alcance de la mano gracias a Arco Iris, una empresa que ofrece sus servicios en la zona de Haro y permite sobrevolar los viñedos de La Rioja Alta al amanecer para acabar con un almuerzo “a la riojana”. Una de esas experiencias que no olvidarán, especialmente en otoño cuando los viñedos toman sus colores ocres y el paisaje se vuelve un manto de intensos rojos, amarillos y ocres. ¡Un espectáculo!

Vendimiador por un día. Desde mediados de septiembre y hasta bien entrado octubre La Rioja se convierte en un hervidero de personas, tractores, cestas, corquetes… ¡Llega el momento de la vendimia! Un momento que los viticultores esperan todo el año trabajando en sus cepas y en el que los turistas pueden también participar, aunque de una manera más lúdica, de la mano de empresas especializadas en enoturismo como Riojatrek o de la mano de algunas bodegas que organizan vendimias populares en familia.

La mayor colonia de cigüeñas sobre un edificio. Este espectáculo natural único puede contemplarse desde los miradores y las calles que rodean a la bonita Colegiata de ladrillo de Alfaro. Cientos de cigüeñas anidan en esta zona, animadas por el buen clima de La Rioja Baja y el entorno que encuentran en el cercano Parque Natural de los Sotos del Ebro. Un paseo por esta zona es un lujo para los amantes del avistamiento de pájaros y también para los que disfrutan del senderismo y otros deportes en un enclave natural lleno de senderos que discurren a la orilla del río Ebro.

Seguir las huellas de los dinosaurios. El viaje en el tiempo de La Rioja permite incluso llegar a la prehistoria. Miles de años antes de que el hombre apareciera en el mundo La Rioja ya estaba habitada. Las huellas de dinosaurios (icnitas), que en gran número y calidad se encuentran por toda La Rioja, dan fe de su vida en las Sierras riojanas. El centro de interpretación de Igea y el parque de paleoaventura del Barranco Perdido en Enciso son los principales puntos desde los que investigar y descubrir los secretos de los dinosaurios riojanos. Una escapada especialmente indicada para hacer en familia porque a los más pequeños les apasiona este mundo. Les sorprenderá ver como los niños enseñan a sus padres los hallazgos y les cuentan qué tipo de dinosaurio están viendo como auténticos paleontólogos.

Visitar más de 100 bodegas de las 500 que hay en la denominación de origen Rioja. Quizá 100 son excesivas, pero esa es la oferta entre la que podrá elegir. Especialmente recomendable es el Barrio de la Estación de Haro, donde se concentran las bodegas centenarias, con los grandes nombres de Rioja. En torno a las vías del tren, por las que en los primeros años de la creación de estos templos vinícolas salían los finos caldos riojanos hacia los destinos más recónditos, hoy las bodegas modernas ofrecen sus programas de visita, en los que se puede descubrir no sólo cómo se elaboran los mejores vinos de Rioja, sino también cómo se fabrican las barricas y las cubas de madera de roble, cómo han evolucionado las etiquetas, rincones antiguos donde reposan las añadas más legendarias y modernas ampliaciones realizadas por prestigiosos arquitectos.

Pero estas sugerencias no son las únicas experiencias que podrá vivir en La Rioja. Pregunte a los riojanos y descubrirá que cada viaje puede ser diferente. Acabará conociendo lugares increíbles y compartiendo vino y mantel con desconocidos que podrán convertirse en amigos para toda la vida.

Más información: http://www.lariojaturismo.com