De madera, de piedra, de acero e incluso de cristal, pero todos tienen algo en común: son pasarelas que se han convertido en reclamos turísticos y merecen la pena cruzar una vez en la vida.
El puente de madera U Bein
Cruza el lago Taungthaman cerca de Amarapura en Myanmar. Se considera el puente de madera de teca más antiguo y más largo del mundo, con 1,2 kilómetros. A modo de inmejorable reclamo ecologista, este puente fue construido en el siglo XIX con la madera abandonada tras el traslado de la capital de la antigua Birmania de Inwa a Amarapura, e incluye restos del antiguo palacio real. Al amanecer o al atardecer se convierte en un paisaje especialmente bonito para contemplar a la gente transitando por él, incluidos monjes con túnicas naranjas.

El puente persa Khaju
El puente de Khaju está al sureste del centro de Isfahán, sus 110 metros de largo y dos pisos de arcos islámicos de alto lo hacen uno de los principales reclamos turísticos. Cuando hay sequía, el río Zayandeh no necesita puente para ser cruzado. Con o sin agua merece la pena. Fue construido en 1650 por el Sha Abbas para que su familia pudiera bañarse en este elegante palacio de recreo. Posiblemente sea el puente más bonito de la ciudad, los paseantes pueden acceder al nivel inferior y permanecer relajados mientras contemplan el paisaje.

El Langkawi Sky Bridge
Es un puente peatonal de 125 metros de largo situado a 700 metros de altitud en el pico de Gunung Mat Chinchang, en la isla malaya de Langkawi. Se puede acceder al él por el Teleférico de Langkawi a la estación superior, donde un elevador inclinado llamado SkyGlide lleva a los visitantes hasta el puente.
Los primeros 25 m del puente son rectos, siguiendo 3 secciones curvas de 25 m, luego una última sección recta de 25 m. En cada extremo de la pasarela, hay un mirador triangular de 3,6 m de ancho que sirve como área de descanso y visualización para los visitantes.
El puente de la bahía de Jiaozhou
El puente más largo sobre el mar se encuentra en Qingdao, en la provincia del este de China de Shandong. Con 42 kilómetros, conecta los núcleos urbanos de la ciudad de Qingdao y el distrito de Huangdao, y acorta la ruta entre estos enclaves en 30 kilómetros.
Para su construcción fueron necesarias 450.000 toneladas de acero y 2,3 millones de metros cúbicos de hormigón. Está sustentado por más de 5.000 pilares, y tiene una anchura de 35 metros, con 6 carriles y dos arcenes. Además, está diseñado para soportar seísmos de intensidad, tifones y colisiones de barcos.

Zhangjiajie, el gran puente de cristal
Se trata del puente de cristal más largo del mundo, está situado en Zhangjiajie, China, sobre la región de Wulingyuan. El puente se extiende sobre 488 metros de longitud, a lo largo del cañón entre dos acantilados montañosos en el parque forestal nacional de Zhangjiajie, lugar que inspiró las Montañas Aleluya de la película Avatar. Caminar por el puente transparente puede ser la forma más parecida a “flotar” sobre esas montañas, una experiencia no apta para personas con vértigo.
Está diseñado para transportar hasta 800 visitantes a la vez, a prueba de terremotos de hasta magnitud 6 en la escala Richter y de huracanes de categoría 5.

Viaducto de Millau
Con un tránsito de más de 4,5 millones de vehículos al año, el viaducto de Millau es una obra de arte industrial, el gesto estético del arquitecto británico Norman Foster y la eficacia estructural del ingeniero francés Michel Virlogeux se sellaron en el respeto por el paisaje y el desarrollo sostenible.
Bajo el puente —el más alto del mundo, con siete pilares de 343 metros de altura— se extienden campos de cultivo, las gargantas del Tarn y del Dourbie y, en las cercanías, varios pueblos de la Francia meridional.
El campanario de Millau (visitable de junio a septiembre) ofrece buenas vistas del viaducto, al igual que el centro de visitantes de su extremo norte.

Europabrücke, el puente colgante
Para los amantes del trekking, el Europabrücke promete ser una atracción turística. Es el puente colgante más largo del mundo, mide 494 metros de largo y 85 de alto. Se encuentra en el Cantón del Valais, cerca de Randa (Suiza) y desde julio de 2017 conecta dos zonas del llamado Camino europeo (Europaweg): Grächen y Zermatt. Por debajo de la pasarela de apenas 60 centímetros de ancho está la cañada de Grabengufer, al pie de una de las montañas más altas del país; el Dom, 4.545 metros sobre el nivel del mar.
En las alturas permite contemplar una maravillosa vista del pico Matterhorn y de las cumbres más altas de los Alpes Suizos.