Israel es conocido por ser uno de los mejores lugares del mundo para presenciar y vivir la migración de las aves. Quinientos millones de migrantes de cientos de especies pasan por Israel en el transcurso de la Ruta del Mar Negro-Mediterráneo, una de las rutas migratorias más transitadas e impresionantes del mundo. El sur de Israel es mayoritariamente árido y sus interesantes desiertos son el extremo norte del área de reproducción de muchas especies de aves africanas y de Oriente Próximo. El parque ornitológico de Eilat es uno de los puntos más importantes del mundo para las aves migratorias. Situado en el único puente terrestre entre Europa, Asia y África, es un ‘cuello de botella’ que acoge a cientos de millones de aves migratorias; también es el último refugio antes del desierto sahariano, hostil y sin alimentos.
El norte de Israel, con sus altas montañas y fértiles zonas verdes, es el extremo sur de muchas aves de origen europeo y asiático. La Reserva Natural de Hula es tanto un parque nacional como un importante humedal dentro de la región del Medio Oriente, hogar de todo tipo de flora y fauna. Asimismo, cabe mencionar el monte Hermón, que alberga algunas especialidades regionales difíciles de encontrar en otros lugares.
A lo largo del eje de la migración que sobrevuela el sur de Israel hay distribuidas varias estaciones principales para su avistamiento, desde la laguna de Hula en la Alta Galilea, pasando por Kfar Ruppin en el Valle de Beit Sheán, Jerusalén, la Aravá y hasta llegar a Eilat. En estos centros se han dispuesto telescopios para mayor comodidad del público y se llevan a cabo excursiones y visitas guiadas.
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