Ferris para explorar los Fiordos Noruegos, vagones panorámicos en los Alpes suizos o barcos para recorrer la costa croata.
Por los Alpes suizos en tren
Los bonos del Swiss Travel Pass dan la posibilidad a aquellas personas que no residen en Suiza viajar de forma ilimitada usando toda su red de transporte público, que incluye tren, bus y barco. Es una de las redes más eficientes del mundo con un total de 29.000 kilómetros. Incluye transportes urbanos y la entrada a cerca de 450 museos y montes, como el de la montaña Rigi o el de la cumbre del Schilthorn.
La ruta puede empezar en cualquier punto. Desde la bella Lucerna, por ejemplo, se puede viajar en barco hasta Vitznau y de allí hasta la cumbre de la Rigi (1.797 metros), una de las montañas más bonitas del país, a bordo de un tren cremallera que realiza varias paradas que permiten subir o bajar del convoy y hacer un tramo a pie.

Otra opción, es desde Basilea. Se puede viajar en tren hasta Zúrich y después enlazar con la línea que lleva hasta las cascadas del Rin, en Schaffhausen. Los trenes panorámicos, como el Glacier Express, entre Zermatt y St. Moritz, o el Lucerna-Interlaken Express recorren algunos de los paisajes más impactantes de los Alpes suizos.
El expreso de los Balcanes
La línea férrea que une la capital de Serbia, Belgrado y la ciudad de Bar, en la Costa Adriática de Montenegro, ofrece una de las rutas más espectaculares de Europa.

Un viaje de casi 500 kilómetros y 10 horas que recorre los Alpes Dináricos pasando por 435 puentes y 254 túneles. Para disfrutar mejor de este paisaje, los expertos recomiendan sentarse a la derecha del vagón si se viaja en sentido a Bar y a la izquierda en dirección a Belgrado.
Islas croatas
Hvar y Korcula son las dos islas más famosas, y tal vez las más bonitas, de las casi 2.000 que tiene Croacia.
Una experiencia muy recomendable es recorrer un tramo de la costa croata en los barco desde Zadar, Split o Dubrovnik.
