Dubái presenta una mezcla de ecosistemas y vida silvestre única gracias a sus montañas, manglares, desiertos y costas. El versátil paisaje de la ciudad ofrece una amplia oferta de turismo responsable para disfrutar de la naturaleza y conocer la auténtica fauna y flora de la región.

Una de las atracciones naturales más impresionantes de Dubái es el pueblo de Hatta, uno de los más antiguos del emirato. Situado en el fondo de las montañas Hajar, fue restaurando en 2001 y, actualmente, es considerado como el lugar perfecto para escapar del bullicio de la ciudad. Su clima fresco y su vegetación lo convierten en un pintoresco mirador rodeado de montañas y aguas turquesas, en las que se puede practicar kayak, tiro con arco o escalada.

Los amantes del ciclismo de montaña y senderismo pueden practicar sus deportes favoritos en la zona de Hatta Mountain Bike Trail Centre y, para los que buscan las experiencias más extremas, la zona de Hatta Wadi Hub. También experiencias acuáticas para toda la familia, en el Hatta Dropin, el primer water jump park de Asia.

El pueblo de Hatta cuenta con alojamientos que ofrecen increíbles experiencias ecoturísticas y atraen a los amantes de la naturaleza: Hatta Fort Hotel, con habitaciones estilo chalet rodeadas de jardines y senderos; Hatta Damani Lodges, que ofrece una experiencia en un albergue de montaña; y Hatta Sedr Trailers, el primer concepto de hotel con remolque. También zonas de acampada como Hatta Camping o Hatta Caravan Park.

Otra propuesta de ecoturismo en Dubái es el lago Al Qudra. Un oasis desértico con lagos artificiales que se extienden a lo largo de 10 hectáreas del paisaje del desierto de Saih Al Salam en Dubái. Una región donde poder conocer la fauna silvestre local, como los zorros del desierto o las aves que viven alrededor de los lagos, en su hábitat natural. También es un espacio que permite disfrutar picnics viendo puesta de sol. La última novedad de la zona es el Lake Love, tallado con forma de dos corazones entrelazados.

La zona del lago Al Qudra incluye un servicio de foodtrucks, llamado Last Exit Al Qudra, cuya decoración está inspirada en la equitación: los mismos foodtrucks son los remolques de los caballos y materiales de equitación y fardos de heno usados como muebles.

La Reserva de Conservación del Desierto Al Marmoom es el proyecto de ecoturismo más grande del emirato. Un espacio para descubrir cientos de especies silvestres, pasar la noche entre miles de estrellas que iluminan el cielo, disfrutar de un inigualable paisaje en el atardecer, e incluso, un teatro al aire libre. Además, en el desierto Al Marmoom se celebra el Dubai Camel Racing. Un deporte tradicional emiratí que reúne a propietarios de camellos de todos los EAU y de países vecinos.

La experiencia cultural más reciente en este desierto es la Marmoom Bedouin Experience. Un campamento beduino que plasma la esencia de la vida de los primeros habitantes de Dubái que permite conocer sus orígenes. Los huéspedes aprenden a ensillar, montar y cuidar su propio camello mientras se suben a una caravana beduina, viajando a través del desierto.

Por su parte, el Santuario de Vida Silvestre Ras Al Khor, es el espacio enfocado al ecoturismo más próximo a la ciudad de Dubái. Se trata de una zona protegida identificada como Área de Importancia para las Aves (IBA) por Birdlife. En el santuario hay tres reservas de aves que el público puede visitar. En ellas, los visitantes pueden deleitarse con una fascinante vista de los flamencos y una plétora de aves únicas en su hábitat natural.

Para conservar la fauna de Dubái, destaca el Proyecto de Rehabilitación de Tortugas. Se encuentra en Jumeirah Al Naseem y Burj Al Arab, y tiene como objetivo cuidar, proteger y rehabilitar a las tortugas enfermas o heridas. Se lleva a cabo en colaboración con la Oficina de Protección de la Vida Silvestre. Hasta el momento, y desde su comienzo en 2004, se han rescatado y liberado de nuevo en el agua más de 1.000 tortugas.

Más información: https://www.visitdubai.com/es