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Otoño en Lleida con los 5 sentidos

Son ya muchos los viajeros que han descubierto el increíble encanto de ciertos parajes durante la primavera y el otoño. Un destino privilegiado, desde el punto de vista turístico, la provincia de Lleida alcanza uno de sus momentos más apasionantes durante el lapso comprendido entre finales de verano y principios de otoño, cuando bosques y campos registran una sorprendente transformación cromática, la climatología se torna suave y agradable y los pueblos de la montaña y del llano estallan en mil actividades de todo tipo, desde fiestas tradicionales y modernas propuestas culturales a deliciosos encuentros gastronómicos.

En Lleida, el mes de septiembre da el disparo de salida a una época especialmente atractiva para realizar una inmersión en los maravillosos paisajes de sus 23 espacios naturales de las comarcas de Lleida, Encabezan estos parajes, espacios protegidos como el Parque Nacional de Aigüestortes y Lago de San Mauricio –único de Cataluña–, el Parque Natural del Alto Pirineo y el Parque Natural del Cadí-Moixeró configuran una zona protegida de más de 125.000 hectáreas repartidas entre las comarcas del Pirineo leridano. Un destino muy demandado por los aficionados al cicloturismo y el senderismo para realizar numerosas excursiones cortas y travesías circulares que trasladan a la naturaleza, los monumentos, las fiestas y la gastronomía de la zona y descubrir las citas de estas fechas: el espectáculo de la berrea del ciervo, la temporada de setas, el final de la temporada de los deportes de aventura, la vendimia…

Puente románico e iglesia d’Isil. Pallars Sobirà

Cita con el senderismo y el cicloturismo
El clima permite disfrutar todavía del turismo activo y los deportes de aventura. Con 228 empresas dedicadas a este ámbito, la demarcación ofrece más de cincuentena disciplinas aptas para todas las edades y preferencias: de agua, como el rafting, el hidrospeed o el kayak; de aire, como el parapente y el ala delta; de tierra, como el senderismo, la BTT o los paseos a caballo; y mixtas, como el barranquismo.

Para descubrir de forma independiente este territorio tan singular existe un gran número de caminos y rutas adaptadas. Los senderistas tienen a su disposición 5.780 km de caminos balizados, con 10 senderos de gran recorrido (GR) y otros 30 de pequeño recorrido y 52 centros de información. Entre los GR que van de este a oeste, se puede destacar el GR-11, que recorre las cimas pirenaicas y conecta las cabeceras de los valles; el GR-1, paralelo al primero, que permite descubrir los desconocidos Pre-pirineos calcáreos, así como el GR65-5, el Camino de Santiago, que atraviesa la llanura interior.

Entre los que van de norte a sur están el GR-107, el Camino de los Buenos Hombres; el GR-7, que va de Andorra al estrecho de Gibraltar, y el GR-171, que se bifurca del 7 y se dirige hacia los Puertos de Besseit. Y para descubrir a fondo cada comarca existe una red de caminos marcados que están centrados en el patrimonio local, natural e histórico.

La mayoría de las rutas de senderismo confeccionadas por empresas receptivas se concentran en el Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici y en los parques nacionales del Alt Pirineu y del Cadí-Moixeró.

Para los ciclistas, las carreteras leridanas concentran 77 puertos de montaña de 1ª y 2ª categoría, con algunos tramos con pendientes superiores al 6% y donde puntualmente llegan al 15%. A las panorámicas que se disfrutan desde estos puertos sigue siempre el merecido y vertiginoso descenso, en alguno de estos puertos a lo largo de tramos de más de 10 km por un asfalto en buen estado.

Para los deportistas a los que les gusta la BTT, el territorio leridano ofrece casi 3.000 km de rutas señalizadas por innumerables pistas forestales. Los 6 centros de BTT homologados distribuidos por las comarcas de Lleida disponen de una gran oferta de rutas señalizadas, clasificadas en cuatro niveles de dificultad, desde las más técnicas por alta montaña a las fáciles por el fondo de los valles. Además, ofrecen todos los servicios para la práctica de la bicicleta, además de funcionar también como minioficina de turismo. Así, existen el Centro BTT Val d’Aran, en Betren; el Centro BTT La Seu-Alt Urgell, en el Rafting Parc La Seu d’Urgell; el Centro BTT Solsonès-Vall de Lord, en la Oficina de Turismo de la Vall de Lord de Sant Llorenç de Morunys; el Centro BTT Valls d’Àneu, en Esterri d’Àneu; el Centro BTT Pallars Jussà, en La Pobla de Segur, y el Centro BTT Montsec-La Noguera, en el monasterio de Les Avellanes y el Camping Vall d’Àger.

Para aquellos a los que les gusta seguir el agua, nada mejor que pedalear con comodidad los 144 km del Canal d’Urgell.

En cuanto a las grandes rutas de montaña en BTT destacan la Pedals de Foc, la Pedals d’Occitània, la Era Roda-100% Aran, la Trinxat BTT, la Urgellet Pic de l’Orri, la Volta al Cadí- Moixeró, la Pedals del Pedraforca y la Salòria Bike Trial.

Para acoger a los senderistas y a los ciclistas, las comarcas de Lleida disponen de un conjunto de establecimientos (hoteles, casas de turismo rural, campings, alojamientos de alquiler completo y albergues), gestionados por profesionales turísticos apasionados por su territorio, empáticos con la gente que quiere descubrir el Pirineo y las Tierras de Lleida a pie o en bicicleta.

En los últimos años el Patronato de Turismo de la Diputación de Lleida ha impulsado el proyecto “Bienvenidos, senderistas y cicloturistas”, que acredita con un sello de calidad a los alojamientos que, con servicios exclusivos, garantiza la mejor estancia para los senderistas y los cicloturistas. A partir del año 2017, todos los establecimientos adheridos a este programa se pudieron integrar a los sellos “Senderismo en Cataluña” y “Cicloturismo en Cataluña” de la Agencia Catalana de Turismo.

La berrea del ciervo se produce de septiembre a octubre.

Cita con la naturaleza
Los amantes de naturaleza tienen en los distintos espacios naturales de las comarcas de Lleida un lugar ideal para realizar actividades y rutas y vivir experiencias únicas con la familia, la pareja o los amigos. Uno de los mejores espectáculos de la naturaleza que se puede observar desde mediados de septiembre hasta mediados de octubre es la brama del ciervo. También se pueden decantar por una actividad más relajada buscando setas: en otoño, y especialmente en octubre y noviembre, la proliferación de hongos –boletus edulis, rebozuelos, senderuelas, níscalos, etc.– en los bosques y prados del Pirineo y del Prepirineo es simplemente prodigiosa. Además, alrededor del mundo de las setas se celebran multitud de exposiciones, jornadas y muestras gastronómicas.

Cita con la enogastronomía
A partir de mediados de septiembre, en Lleida, es difícil encontrar una semana en la que no se organice un evento relacionado con el buen yantar o el buen beber, o con ambas actividades. Las Jornadas Gastronómicas de la Seta del Alta Ribagorça, la Feria del Turrón de Agramunt, la Feria del Níscalo de Coll de Nargó, la Feria de la Seta y del Buscador de Setas de Solsona, la Feria de la Girella de Pont de Suert o la Feria de la Seta de Isona, por citar algunos ejemplos, son la prueba fehaciente de que combinar una tradición culinaria secular, por un lado, con unos productos naturales de calidad, por el otro, sólo puede dar como resultado una experiencia gastronómica inolvidable. Además, el visitante podrá desvelar in situ el misterio de porqué los caldos leridanos están alcanzando en las dos últimas décadas un gran prestigio dentro y fuera de nuestras fronteras: propuestas como la Fiesta del Vino y la Vendimia de Verdú o la Fiesta del Vino de Lleida le darán la respuesta.

Cita con la cultura
Lleida también es rico en manifestaciones culturales. El ciclo “Música bajo las estrellas”, en Àger, nos brinda la maravillosa experiencia de escuchar música bajo las estrellas con conciertos programados hasta el mes de noviembre. Otra experiencia es asistir a Fira Tàrrega (Feria del Teatro en la calle), un apasionante escaparate de las artes escénicas contemporáneas. El recorrido por las comarcas leridanas no sería completo sin recalar en la capital. Coronada por la colina de la Seu Vella (un conjunto monumental que incluye la catedral antigua –interesantísimo templo románico- gótico que, por cierto, se postula a Patrimonio de la Humanidad–, el Castillo del Rey y un espectacular sistema de murallas), Lleida ofrece un buen puñado de edificios de interés y una excelente oferta de actividades, desde el ciclo internacional de Jazz Tardor al programa de espectáculos del Teatro de La Llotja, pasando por la Feria Cervisia (cita obligada para los buenos cerveceros), las Festes de Tardor en honor a San Miguel y, paralela a éstas, la prestigiosa Feria Agraria de Sant Miquel, cuya vertiente profesional convive armoniosamente con un aire lúdico y festivo que la ha hecho muy popular entre autóctonos y visitantes.

Descubrir las comarcas de Lleida es una experiencia intensa. Sentir el contacto de viento o del agua practicando parapente o rafting; escuchar música celestial bajo las estrellas; contemplar magníficos espectáculos; percibir los aromas del bosque mientras buscamos setas; degustar las sabrosas creaciones de la cocina autóctona… ¡El otoño, en Lleida, se disfruta con los cinco sentidos!

PARA MÁS INFORMACIÓN: http://www. aralleida.com