Enoturismo de Castilla-La Mancha

Viñedos, bodegas centenarias y vanguardistas, y una amplia red de actividades te esperan para descubrir “el mayor viñedo del mundo”. Ven a conocer las tres Rutas del Vino certificadas de Castilla-La Mancha.

Ruta del Vino de la Mancha

Ubicada en plena llanura Manchega, abarca seis pueblos de las provincias de Ciudad Real, Albacete y Toledo conectados por su paisaje singular, una larga tradición vitivinícola y su cultura.

La Ruta del Vino de la Mancha es una ventana desde la que se muestra lo mejor de esta tierra. Es el marco donde su paisaje, sus gentes y costumbres forman parte del mundo que inspiró a Cervantes.

Planifica tu viaje y conoce más planes en la Ruta del Vino de la Mancha: eventos, fiestas, así como todas las actividades enoturísticas para hacer en familia, pareja o con amigos.

Más información: http://www.rutadelvinodelamancha.com

Ruta del Vino de la Manchuela

Inolvidables tierras, vinos de alta calidad, exquisitas recetas manchegas con toques mediterráneos y gente de gran valor humano se convierten en el argumento ideal para sumergirse en esta experiencia de vida.

La Manchuela es un pequeño terruño anclado en las tierras de Castilla-La Mancha, pero que se diferencia a leguas de todo su entorno. Cuenca y Albacete arropan esta región que ha sido signada por la naturaleza con el propósito de ofrecer cultivos de gran calidad con sabores únicos; por ello hoy ostenta Denominaciones de Origen en varios productos, entre ellos los vinos. Y así, la Ruta del Vino de la Manchuela nace con la intención de mostrar al mundo las bondades de esta noble localidad.

Ruta del Vino de Valdepeñas

La Ruta del Vino de Valdepeñas se crea en 2018 con el objetivo de poner en valor todos los recursos turísticos de la zona de producción de la Denominación de Origen Valdepeñas.

Así pues, en la Ruta del Vino de Valdepeñas los visitantes podrán encontrar: bodegas grandes y pequeñas que conjugan tradición y modernidad en vinos con carácter y personalidad; bares y restaurantes que cuidan el producto de la tierra con una gastronomía exquisita e innovadora, y con una extensa y variada cultura de la tapa; alojamientos; museos de pintura, escultura, arqueológicos, del aceite, etc.; entre ellos, el primer Museo del Vino de Castilla-La Mancha, que recoge la historia de la enología y del vino para el disfrute de grandes y pequeños. Todo ello en un entorno natural con llanuras y suaves cerros marcado por el río Jabalón de este a oeste, la Sierra de Despeñaperros.