La villa mediterránea más bella del litoral sur, de calles encaladas y coronada por su cúpula añil, se convierte en el corazón de una decena de rutas únicas para ciclistas y espectaculares para los amantes del senderismo.
Desniveles de 3.000 metros o el kilómetro para bicicleta de montaña más duro de Europa, es parte de la oferta para conocer la costa y el interior rocoso de la provincia de Alicante.
Altea es uno de los municipios más característicos del litoral mediterráneo, y con absoluta seguridad, uno de los más bellos del sur de la costa. Sus calles encaladas, coronada en la parte alta de las calles escalonadas por la cúpula añil de la iglesia Nuestra Señora del Consuelo, hacen de esta localidad marinera, hoy centro del turismo slow, uno de los rincones más apetecibles donde pasar unos días, disfrutar de su gastronomía mediterránea, de sus playas y del entorno, bohemio y multicultural que llena cada rincón. Pero también, además de un excelente entorno para el relax y el disfrute en familia o con amigos, es un núcleo fundamental para la práctica deportiva. Altea se encuentra en el centro de la comarca de la Marina Baixa, que a su vez ocupa una situación privilegiada en la provincia de Alicante, puesto que, desde sus playas a pie o en bicicleta, se puede descubrir Alicante, desde el mar hasta la cumbre. Porque Alicante, bañada por el Mediterráneo, también esconde joyas naturales, entornos boscosos, montañas de grandes desniveles y rincones mágicos dentro de la naturaleza y alejado del arquetipo del turismo de masas.
En bicicleta, Altea es punto de origen de una decena de rutas ciclistas que congrega, año tras año, a equipos amateur y profesionales para sus entrenos y prácticas de fuerza. La oferta incluye recorridos por carretera como por montaña.
Desde Altea se puede disfrutar de recorridos de más 120 kilómetros, todos ellos circulares, con desniveles desde los 1.500 metros hasta los más de 3.000, escalando a base de pedal los puertos míticos muchas veces recorridos por la Vuelta Ciclista de España de Tudons, Coll de Rates, Tollos o Cofrides. Entornos encantadores, que muestran los pueblos del interior de la comarca, pequeños municipios acostados en la cima de las montañas que miran al Mediterráneo, como Guadalest, Castell de Castells, Tárbena o Cofrides. Una oferta que incluye recorridos por el interior o que bordean la costa hasta la Cumbre del Sol, en la comarca vecina de la Marina Alta.
Puedes elegir entre el recorrido clásico Altea-Tudons o atreverse con la ruta Altea-Tárbena-Tollos-Coll de Rates de más de 137 kilómetros intensos sobre la bicicleta, en un paisaje de gran belleza, con un desnivel de 3.073 metros acumulados. Acortando esta propuesta, y si sólo se quiere disfrutar de uno de los puertos de referencia en el ciclismo español, se puede hacer la ascensión desde Altea al Coll de Rates.
Sin duda, igual de bello, pero más relajante es el recorrido propuesto en la ruta Altea-La Nucía-Guadalest. Este último, uno de los municipios más visitados de toda España, gracias a su espectacular situación en la cima de un risco, sobre el embalse de Guadalest, orientado al Mediterráneo. Para coger forma, no hay que perderse la subida al Puerto de la Carrasqueta, muy utilizado en diferentes ediciones de la Vuelta Ciclista a España, 145 kilómetros de recorrido para sumar 2.660 metros de desnivel.
En bicicleta de montaña hay que atreverse a remontar el kilómetro más duro de Europa, mil metros en vertical por Serra Gelada, una formación acantilada al Mediterráneo, hoy parque natural, que separa la Bahía de Altea de la Bahía de Benidorm. Si tu medio es la montaña, el reto está en la ruta Altea-Sierra Helada, 21 kilómetros de recorrido con 604 metros de desnivel, pero que cuenta con el kilómetro más de duro de Europa, con una pendiente media del 17%, pero que premia con las vistas más maravillosas a las bahías de Altea y Benidorm. Más cómoda es la ruta Altea-Bernia, que recorre el camino paralelo al río Algar con toda su belleza, pero que culmina con la ascensión a la Sierra de Bernia.

A pie, en el entorno mediterráneo
A pie, Altea ofrece rutas en el entorno del casco urbano para todos los niveles y edades, que permiten conocer la vinculación de este municipio con su orografía, tanto de interior como del litoral. Son paseos en el que descubrir el espíritu marinero de Altea y su alma agrícola, en recorridos desde los 2.5 kilómetros hasta los 8,5, que también se pueden realizar en bicicleta con escaso desnivel y muy bien señalados.
Para los amantes de las grandes rutas, Altea se encuentra encajonada entre las olas del Mediterráneo y la Sierra de Bernia, un macizo que se eleva desde la cota cero hasta una altura máxima de 1.128 metros, lo que permite disfrutar de unas panorámicas del mar espectaculares e inolvidables.
Por esta Sierra se puede disfrutar de lugares únicos, como las fuentes del río Algar, una manantial de agua que cae en cascada desde diferentes alturas; una fortificación en la cima desde la que se vigila y protege a toda la comarca; y una serie de formaciones rocosas únicas como el famoso Forat (agujero, en va- lenciano) por el que hay que pasar en varias de las rutas.
De entre las rutas más interesantes, destacamos la que arranca en Xaló hasta Casa de Bèrnia, 11 kilómetros de ascensión con un desnivel de 400 metros, que permite hacerse una idea de lo que ofrece esta montaña de Bernia. A través de la PR-CV48 podemos subir hasta del Fuerte de Bernia desde las Fuentes del río Algar (Fonts de L’Algar). Casi seis kilómetros en los que se supera los 700 metros de desnivel, que permite conocer un enclave natural del río Algar que atraviesa la comarca y que, en otro momento, bien merece una jornada de visita para solazarse en sus aguas frescas en su recorrido a través de la roca de la sierra.
El PR-CV436 también ofrece más de 12 kilómetros de subida y bajada hasta llegar a un punto clave, El Pinos, el pino piñonero de enorme tamaño, el segundo más grande de la Comunidad Valenciana. La quinta esencia de los recorridos por Sierra de Bernia se encuentra en la PR-CV7 que rodea todo el macizo. Supone partir desde la Font del Garrofert, pasar por la Font de la Barca, llegar al Fuerte y atravesar el Forat, entre una vertiente a otra de la montaña. Un recorrido de 19 kilómetros de disfrute absoluto.
Altea sin duda uno de los grandes destinos del mediterráneo, pero sin duda de los pocos que puede ofrecer esta combinación de sal de mar, ola del mediterráneo, sol del levante, y la mejor miscelánea entre mar y montaña para disfrutar, tanto los amantes del senderismo como de las dos ruedas. Es naturaleza pura, una ciudad que se incluye dentro de las Ciclyng Friendly y los amigos del buen caminar.

Más información: https://visitaltea.es